Desde que Apple sacó al mercado su nuevo iPhone 6, Internet está que arde. Eran muchas las expectativas que se habían creado al rededor del nuevo terminal y muchos los clientes que esperaban ansiosos por hacerse con este juguetito. De hecho, se vendieron más de 4 millones de unidades en las primeras 24 horas, según informó la compañía.
Lo cierto es que, a pesar de que el nuevo iPhone vio la luz el 19 de septiembre, no ha sido hasta el día 26 cuando hemos podido tenerlo en España. Pero para entonces, aquí ya sabíamos prácticamente todo sobre el teléfono. Desde el momento de su lanzamiento las redes sociales y las webs se inundaron de comentarios, experiencias, críticas y alabanzas. Como era de esperar.
Ahora que por fin el iPhone 6 está en España, podemos hablar con voz propia y opinar sobre si realmente es para tanto. Está claro que las comparaciones son odiosas, pero no en esto de la tecnología. Desde antes de nacer, el móvil ya estaba sometido a exámenes a conciencia que lo comparaban con los nuevos dispositivos de Samsung.
Unos exámenes objetivos que terminan con una nota siempre tintada según la ideología del autor. Porque en esto de los móviles es como en la política. O eres de iOS o eres de Android y, no pretendas hacer cambiar a alguien de bando porque malgastarás tus fuerzas. Esto se lleva en la sangre.
Pero volviendo a lo que nos interesa, el iPhone 6 ya está aquí, entre nuestras manos. 
Y lo primero que no podemos evitar hacer es comprobar su grado de torsión, puesto que la mofa que circula por la red sobre que «el iPhone se dobla», nos tenía intrigados. Este fallo que se ha cometido en el diseño de los dispositivos, ha llevado a Apple a ser duramente criticado por los usuarios y la competencia, e incluso a llevado a otras empresas externas al sector a mofarse de la falla. En un dispositivo del que se espera casi la perfección, un fallo tan garrafal trae consecuencias muy negativas. Es normal.
Lo cierto es que todos los móviles tienden a doblarse cuando son sometidos a una fuerza exagerada. El problema del iPhone 6, es que se dobla en situaciones de la vida cotidiana, como en el bolsillo del pantalón de su dueño o al llevarlo en el bolso. Probablemente, este fallo se deba a la concentración de estrés en la geometría del diseño, más que a un problema de materiales como se especuló en un principio. Sea cual sea la causa, es un grave problema para Apple.
En cuanto a lo demás, el nuevo iPhone cuenta con un procesador A8 de 64 bits, un 50% más eficaz que el del anterior modelo. Además, tiene con una pantalla más grande, de 5,5 pulgadas, y una cámara de 8 megapíxeles.
Con peso de 129 gr, el iPhone 6 se sitúa entre uno de los dispositivos más ligeros del mercado. En cuanto a la batería, también mejora con creces a su predecesor. Ya no hará falta que cargues tu iPhone cada medio día.
En general, se trata de un muy buen teléfono con un diseño elegante y que nos ofrece muchas prestaciones. Pero seamos sinceros, ¿realmente vale lo que cuesta?
Un iPhone6 se vende al público por 699 €, pero sus componentes tienen un coste de unos 200 $, según el análisis de IHS, que no tiene en cuenta los costes de publicidad, marketing y distribución en los que debe incurrir Apple.
