En los últimos años el uso de las impresoras 3D ha aumentado considerablemente y, aunque en un principio surgieron en el ámbito industrial, cada vez son más las aplicaciones de estas impresoras. En 1995 Tim Anderson y Jim Bredt, estudiantes del MIT, decidieron sustituir la tinta de una impresora por un polvillo, lo que supuso el nacimiento de las impresoras 3D. Sin embargo, tuvimos que esperar hasta 2010 para que su uso se universalizase. Los expertos creen que en menos de diez años, las impresoras 3D formaran parte de casi todos los hogares como si de un electrodoméstico más se tratase.
En los últimos dos años, las impresoras 3D se han convertido en el principal reclamo de las ferias tecnológicas y sus aplicaciones pasan por la medicina, la moda, el arte, aplicaciones militares o aplicaciones espaciales. Se habla de impresión porque el proceso es similar al de las impresoras en papel, sin embargo, en lugar de imprimir tinta sobre una hoja, se imprime cualquier material líquido sobre sí mismo. Entre estos materiales encontramos prácticamente de todo: plástico, goma, metal, acero, titanio, textiles, azúcar, metales preciosos, etc.
Prótesis y partes del cuerpo
Entre los usos más sorprendentes de las impresoras 3D se encuentran, sin duda, sus aplicaciones en el campo de la medicina. En la actualidad ya han revolucionado el mundo de las prótesis, principalmente en dos aspectos: audífonos y coronas dentales; en ambos caso se ha abaratado y acelerado el proceso de fabricación.
Sin embargo, su uso va mucho más allá. Investigadores de Bélgica y de los Países Bajos han conseguido realizar con éxito una prótesis maxilar.
Además, se han logrado imprimir partes del cuerpo humano del tamaño preciso que necesita el paciente, hechas de un material compatible con el tejido orgánico en caso de necesitarse el reemplazo de ciertos órganos dañados. Nos referimos a huesos a medida, orejas postizas o prótesis para piernas y brazos.
Recambios espaciales
A corto plazo, la NASA prevé enviar al espacio impresoras 3D con las que los astronautas puedan fabricar las piezas que necesiten. De esta forma, se eliminaría la necesidad de tener repuestos a bordo ya que las piezas se podrían almacenar como archivos digitales que estarían listos para usarse siempre que se necesitasen. Sin embargo, las impresoras 3D están diseñadas para funcionar en gravedad, algo que deberán solucionar.
La impresión 3D también ha abierto las puertas a una supuesta y futura colonización de Marte. Uno de los principales problemas que se planteaba era el transporte de materiales, sin embargo, con estas impresoras quedarían solucionado. ¿Veremos en unos años colonizaciones terrícolas en Marte?
Armas de fuego
Otra de las aplicaciones de la impresión 3D es el terreno militar. Sin embargo, aquí se plantean ciertas controversias puesto que el abaratamiento de los costes de las impresoras y de los materiales, así como la circulación en Internet de diseños, permite que cualquier persona que posea una impresora 3D pueda fabricar en su propia casa una pistola de mano o incluso un rifle de asalto.
Un ingeniero de Wisconsin consiguió replicar un arma con una impresora de menos de dos mil dólares y 25$ en materiales (principalmente polímeros de bajo coste) y funcionó. No sólo disparó sino que no se desintegró el arma al hacerlo.
Automóviles
El canadiense Jim Kor ha sido conseguido realizar el primer coche híbrido del mundo que utiliza piezas obtenidas mediante la impresión 3D. Este coche funciona con un sistema de propulsión híbrido: electricidad y biotanol. La carrocería es un ensamblaje de piezas impresas en 3D, lo que le confiere más flexibilidad que el acero. El interior o las luces también salen de la impresora.
Este coche es capaz de realizar un viaje entre Nueva York y San Francisco en poco más de 2 días y gastando tan sólo 38 litros de combustible y ya es considerado como el automóvil más ecológico y que menos consume del mundo, tan solo 0,86 litros por 100km.
Diseño textil
La impresión 3D ha llegado al mundo del diseño y lo ha revolucionado por completo y ha supuesto el nacimiento de una nuevo modelo de alta costura. Ya podemos encontrar bolsos, zapatos y complementos y accesorios realizados con impresoras 3D. Incluso algunas marcas se han atrevido con modelos de vestidos combinando técnicas propias del origami con nuevos usos para las impresiones 3D y dando lugar a vestidos únicos.
Comida
El pasado año la NASA conseguía realizar una pizza con una impresora 3D. Este año una empresa española ha conseguido desarrollar la primera impresora 3D doméstica de comida, conocida como Foodini. La idea es usar cinco capsulas o contenedores de alimentos, que mediante su superposición en capas, generen atractivos platos.
Entre los platos que ya han conseguido realizar encontramos: pastas (ravioles, ñoquis, espaguetis), hamburguesas (verduras y carne), nuggets de pollo y de garbanzo, quiche, pizza, patatas fritas, galletas, bizcocho y chocolate.
¿Qué opináis del amplio abanico de posibilidades que se extiende con la impresión 3D?